San Martín no levanta cabeza. Sumó la segunda derrota en el torneo y está cada vez más lejos de los puestos de privilegio. Los hinchas "albirrojos", esos que están acostumbrados a mostrar su pasión por los colores, esta vez le dieron la espalda. Y los pocos que fueron al estadio, despidieron por primera vez en el certamen con silbidos al equipo, por la pobrísima demostración futbolística.

El "santo" careció de ideas para superar a Unión Sunchales, un rival limitado, que con muy poco se las ingenió para dar el golpe y llevarse los tres puntos de La Ciudadela, que desde hace mucho tiempo dejó de ser un fortín.

Gracias a la movilidad y al desequilibrio de Gustavo Ibáñez, los dirigidos por Pedro Monzón arrancaron mejor. El propio "Ratón" estuvo cerca de abrir el marcador. Fue a los 17 minutos, cuando desbordó por izquierda, dejó en el camino a Emiliano Ciucci y por muy poco no venció a Patricio Ocampo. Sin tener claridad, San Martín complicaba al visitante con las corridas de Ibáñez y algunos "chispazos" de Héctor López. Pero a los 18 minutos recibió un balde de agua fría, que enmudeció a los pocos hinchas que se habían dado cita al hasta hace poco "estadio más caliente del país". Fabián García perdió la pelota en el propio campo "santo" ante la presión de Lisandro Pereyra, que habilitó a Luis Silba. El delantero maniobró en el área grande, dejó en el camino a "Maxi" Martínez y con un preciso remate marcó el 1-0. El local sintió el golpe y cinco minutos después casi pasa a estar 0-2. Fue cuando Pave cometió el único error de la tarde al salir mal, lo que no fue aprovechado por Matías Fler. San Martín siguió buscando sólo con el amor propio del "Ratón", que tuvo algunas chances y generó otras, como la que se perdió Balvorín a los 38?.

En el complemento, Monzón mandó a la cancha a Gonzalo Rodríguez y a Antonio Ibáñez para armar el tridente ofensivo con el "Ratón". Pero cantidad no significa calidad. La pelota no llegó casi nunca limpia a los atacantes. De a poco el partido se fue consumiendo, como la paciencia de los hinchas que al final hicieron sentir su malestar.